El Gobierno de Finlandia decidió invertir en educación, investigación y tecnología tras la dura crisis económica que sufrió en los años 90, con alto índice de paro laboral. Y tuvo sus frutos: la educación finlandesa es probablemente la mejor del mundo. En menos de 10 años, Finlandia consiguió ocupar los primeros puestos del mundo en riqueza y bienestar.
La educación obligatoria es a los 7 años, algo más tarde que en España. Pero, parecer ser que aprovechan mejor el tiempo.
El autor del artículo, Carlos Manuel Sánchez, viajó a Finlandia, convivió con la familia finlandesa Sipilä y visitó la escuela pública Saarnilaakson donde estudiaba uno de los hijo de la familia.
El profesor de Matemáticas Kari Kajainen explica que "Los profesores no tenemos estrés porque no superamos las 21 horas lectivas semanales. No pierdes la ilusión de enseñar por convertirte en un policía del aula. No hay apenas bullying y en los institutos la emigración es anecdótica y no ralentiza el ritmo de las clases". También indica que "La educación de cada finlandés le cuesta 200.000 euros al Estado, desde que entra en la guardería hasta que sale de la universidad con su título. Es el dinero mejor empleado de nuestros impuestos.
Si un niño quiere estudiar y se esfuerza, puede llegar a ser lo que se proponga, aunque su familia sea pobre. El mejor ejemplo lo tenemos en la presidenta del país, Tarja Halonen, se licenció en Derecho y proviene de una humilde familia de clase obrera. Por eso, cuando Kari regaña a sus alumnos, les recuerda que están malgastando el dinero de los contribuyentes.
Jussi Otsomaa, subdirector de la escuela pública Saarnilaakson dice que "Ser profesor es una de las profesiones con más prestigio y sueldo del país".
Veli-Matti Ojalainen, profesor de Humanidades de la misma escuela cuenta que "Las pruebas para ser maestro son durísimas. Necesitas un 9 en bachiller y reválida. Sólo lo logran los mejores".
Tuija Yrjö-Koskinen, profesora de Inglés de Saarnilaakson dice que "Es importante que los alumnos aprendan buenos modales. Exigimos respeto, pero también respetamos a los estudiantes".
Rectta Annala, profesora de Educación para la Salud confirma que "No pierdes la ilusión ni te quemas. Te dedicas a enseñar, no a imponer orden. Basta una mirada para que atiendan".
Los universitarios sólo deben pagar los libros y la comida (unos 2,50 € en la cafetería de la facultad). Mientras tanto, el Estado les ayudará a emanciparse subvencionándoles una vivienda de alquiler y concediéndoles una paga.
Fuente: XL Semanal por Carlos Manuel Sánchez.
Enlace: Artículo completo.
Imagen: XLSemanal.
Fecha: 23-12-07.
La educación obligatoria es a los 7 años, algo más tarde que en España. Pero, parecer ser que aprovechan mejor el tiempo.
El autor del artículo, Carlos Manuel Sánchez, viajó a Finlandia, convivió con la familia finlandesa Sipilä y visitó la escuela pública Saarnilaakson donde estudiaba uno de los hijo de la familia.
El profesor de Matemáticas Kari Kajainen explica que "Los profesores no tenemos estrés porque no superamos las 21 horas lectivas semanales. No pierdes la ilusión de enseñar por convertirte en un policía del aula. No hay apenas bullying y en los institutos la emigración es anecdótica y no ralentiza el ritmo de las clases". También indica que "La educación de cada finlandés le cuesta 200.000 euros al Estado, desde que entra en la guardería hasta que sale de la universidad con su título. Es el dinero mejor empleado de nuestros impuestos.
Si un niño quiere estudiar y se esfuerza, puede llegar a ser lo que se proponga, aunque su familia sea pobre. El mejor ejemplo lo tenemos en la presidenta del país, Tarja Halonen, se licenció en Derecho y proviene de una humilde familia de clase obrera. Por eso, cuando Kari regaña a sus alumnos, les recuerda que están malgastando el dinero de los contribuyentes.
Jussi Otsomaa, subdirector de la escuela pública Saarnilaakson dice que "Ser profesor es una de las profesiones con más prestigio y sueldo del país".
Veli-Matti Ojalainen, profesor de Humanidades de la misma escuela cuenta que "Las pruebas para ser maestro son durísimas. Necesitas un 9 en bachiller y reválida. Sólo lo logran los mejores".
Tuija Yrjö-Koskinen, profesora de Inglés de Saarnilaakson dice que "Es importante que los alumnos aprendan buenos modales. Exigimos respeto, pero también respetamos a los estudiantes".
Rectta Annala, profesora de Educación para la Salud confirma que "No pierdes la ilusión ni te quemas. Te dedicas a enseñar, no a imponer orden. Basta una mirada para que atiendan".
Los universitarios sólo deben pagar los libros y la comida (unos 2,50 € en la cafetería de la facultad). Mientras tanto, el Estado les ayudará a emanciparse subvencionándoles una vivienda de alquiler y concediéndoles una paga.
Fuente: XL Semanal por Carlos Manuel Sánchez.
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Imagen: XLSemanal.
Fecha: 23-12-07.
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